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La correcta aplicación de las tecnologías digitales a los procesos de negocio es un factor clave para la obtención de mejores rendimientos y la reducción de costes.

Algunos ejemplos de la aplicación real de este concepto son:

Optimización de la cantidad, eficacia y eficiencia de las personas necesarias para la ejecución de un proceso, especialmente en los casos relativos a supervisión y gestión (mandos intermedios).
Reducción de las interacciones internas necesarias para la provisión de servicios a los clientes, convirtiéndose éstos en parte del proceso final.

Disminución de los tiempos y errores de los procesos, lo que redunda en una mayor eficiencia en los costes.
Optimización de costes de los sistemas clásicos (legacy) y on-premise al sustituirlos por sistemas de última generación y en cloud (on-demand).

Potencialmente, una empresa que realice correctamente su Transformación Humana y Digital puede reducir sus costes operacionales más de un 50%.

En el mundo digital, la influencia de los clientes en los procesos de la compañía y en su éxito es cada vez mayor, convirtiéndose el customer journey y la experiencia del cliente en determinantes para el liderazgo de la compañía.

La revolución tecnológica ha traído consigo un cambio en las reglas de los mercados. En la mayoría de los ámbitos, para los clientes no supone ningún coste ni dificultad cambiar de proveedor de bienes o servicios, y lo harán si una compañía no es capaz de ofrecerles una experiencia de usuario que consistentemente cumpla e incluso supere sus expectativas.

Si a ello sumamos la gran variedad de ofertas que se encuentran al alcance del público, se pone de manifiesto la importancia de lograr la excelencia en la experiencia del cliente/usuario para conseguir una fidelización duradera, disminuyendo el peso del producto como tal.

La Transformación Humana y Digital es un elemento facilitador para convertir cada experiencia del cliente en un éxito. Este concepto se conoce como First-Contact Resolution.

La interacción de los clientes con la empresa se lleva a cabo mediante una amplia variedad de canales. De entre todos ellos, los canales digitales son los que han tenido un crecimiento más rápido en los últimos años.

La creación y optimización de los canales digitales permite alcanzar el mayor número de clientes en el menor tiempo posible. En este ámbito, y en consonancia con el punto anterior, cabe destacar la importancia del First-Contact Engagement©, consistente en la transformación de cada interacción con el cliente en una operación exitosa, pudiendo ser ésta una venta o un aumento del valor que el cliente percibe de la compañía.

Además, el uso eficaz de los canales digitales permite minimizar el tiempo transcurrido entre la creación, puesta en el mercado, comercialización o contratación, y cobro de productos y servicios.

Las empresas están en el camino de la transformación digital, pero todavía tienen mucho por hacer. Muchas de ellas se encuentran estancadas en ofrecer una experiencia digital promedio con una comprensión limitada de cuál es el próximo paso, quién debe liderarlo y cómo evaluar los resultados positivos y, sobre todo, la mayoría olvida el factor humano de la ecuación, con lo que sus resultados suelen no ser los esperados. Esto supone una ocasión ideal para colocarse a la vanguardia de su sector para las compañías que aborden su transformación y adquieran una madurez digital suficiente como para poder obtener una ventaja competitiva y lograr diferenciarse. En el marco de la Transformación Humana Digital, el mercado en el que se circunscribe una compañía se multiplica y globaliza instantáneamente. Este hecho es de capital importancia a la hora de modificar la propuesta estratégica de la empresa; ya que la Transformación Humana y Digital permite convertir su estrategia local a una estrategia global, y cambiar instantáneamente la liga en la que se encuentra su compañía.